jueves, 3 de junio de 2010

LO MEJOR DEL TANGO





Reflexiones sobre los orígenes del tango.
Por Ricardo García Blaya

l tango es, en primer lugar, un género musical esencialmente bailable y, como tal, tiene un ritmo y una estructura que lo distingue de otros géneros musicales.
Como toda música nueva, recibió las influencias propias del contexto social y cultural de fines del siglo diecinueve, que acompañó parte de su evolución.
Luego, esas influencias irán quedando en el camino y aparecerán otras músicas, que competirán en el gusto de la gente, pero que ya no aportaran para su conformación definitiva, que se produjo entre los años 1890 y 1920.
El marco social donde surge el tango primitivo, muy difícil de distinguir como tal en cuanto a ritmo y estructura, es la Buenos Aires de 1880, que tenía una población de 210.000 habitantes y una importante e incipiente inmigración europea. En 1910, por este fenómeno, la ciudad crece a 1.200.000 habitantes y el tango adquiere su modo reconocible. Este proceso social tan particular, no debe dejarse a un lado en el análisis.
Estamos en presencia de una resultante testimonial, sólo posible de comprender a partir de una visión integral de nuestra historia y de nuestra cultura.
Esa increíble fusión cultural de tan diversas sangres con nuestra vena española y nativa, hicieron el milagro de expresarse en una comunión musical y espiritual. Es una síntesis sin antecedentes, que hace del tango un género universal e incomparable, donde se distingue el aporte del componente italiano que llegó en gran cantidad.
Buenos Aires del '80 era una gran aldea, donde había academias y teatros, únicos lugares donde se podía bailar o ver bailar mientras se actuaba. Las academias, también llamadas "pirigundines", contaban con mujeres contratadas y eran sitios que requerían una autorización de la autoridad para funcionar. Se encontraban en el suburbio y en zonas alejadas del centro de la ciudad.
En ellos el tango convivía con otros ritmos como la habanera, la polca, el corrido, el vals, el schotis y otros ritmos diversos. Es allí donde nace y se va desarrollando con el impulso propio que tienen los géneros populares, en una ciudad que crecía permanentemente.
Era común que en toda comedia, zarzuela u otra obra del género chico, los actores cantaran y bailaran. Ya antes de terminar el siglo, el tango figuraba en esos espectáculos.
Los organitos callejeros lo difundieron por los barrios y era muy común ver bailarlo en las calles, muchas veces entre hombres. En esos años las mujeres escaseaban, la mayoría de los inmigrantes venían sin pareja a probar suerte. El contacto con el sexo opuesto era en las academias o en las casas de citas.

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